Melisandre de Asshai puede que sea el personaje más misterioso de Juego de Tronos. A pesar de las miles de páginas que George R. R. Martin ha escrito los datos sobre su pasado son escasos, más bien nulos y lo único que se puede hacer es sacar conclusiones.
Su aspecto físico es imponente e ipactante. Además de ser una mujer muy atractiva con el pelo rojo -no pelirrojo- sabe cuidar su imagen. Viste de rojo de pies a cabeza en honor a R'hllor, con tejidos ligeros, sedas y satenes que mantiene, incluso, durante su estancia en el Muro porque su dios le proporciona todo el calor que necesita.
Comenzaremos por lo evidente, por lo que todo el mundo sabe. Es una sacerdotisa de R'hllor, el Dios Rojo que llega del otro lado del Mar Angosto, como ella. A Melisandre la llaman bruja roja, hechicera roja, sacerdotisa roja, mujer roja, dependiendo de quién lo haga y el aprecio que tenga. Melisandre despierta amores y odios a partes iguales. Sus seguidores y los de su dios la adoran, todos aquellos que ven como quema dioses ajenos y quiere sacrificar sangre real para despertar dragones (no anda desecaminada) la desprecian.
Su plan es sacrificar a Edric Tormenta, bastardo de Robert, porque según sus profecías la sangre real despertará al dragón de piedra de Rocadragón. Davos envía al chaval a Braavos para protegerle. Viaja con Stannis y Davos hasta El Muro, donde considera que hace más falta. Por eso, cuando el Rey se marcha hacia el Sur para tomar Invernalia, Melisandre se queda con Jon que ya ha visto el futuro del bastardo. Además, si Jon fuera hijo de Rhaegar y Lyanna tendría sangre real, además de que es uno de los candidatos a Azor Ahai. Sin contar con que Rhaegar se pasó la vida pensando que el Azor Ahai era él.
Fantasma, el lobo de Jon se fia de ella. No solo no la rechaza y la gruñe, sino que se deja tocar, la busca y se muestra confiado en su presencia. A Melisandre también le cae bien el lobo y no para de repetir a Jon que no se separe de él.
Su mayor logro es haber convertido para la causa de su religión a Selyse Baratheon (Florent), la mujer de Stannis, su trampolín para llegar a su marido al que considera la reencarnación del Azor Ahai, el salvador de Poniente ante Los Otros. Para llegar hasta el Rey, que ella considera legítimo y por lo tanto ganará porque es la voluntad de dios, no duda en seducirle. Todo un mérito teniendo en cuenta lo que supone tentar a alguien como Stannis.
Así es como consigue concebir y dar a luz a las sombras que usa como arma para acabar con el sitio a Bastión de Tormentas y con la vida de Renly en su campamento. Para hacerlo debe llegar hasta las entradas de la fortaleza por mar acompañada de Davos que las conoce. El excontrabandista teme a Melisandre y no se fia de ella pero la verdad es que, en el fondo, los dos están del mismo lado.
Poco se sabe del pasado de Melisandre, tampoco está muy claro hasta que punto sabe lo que va a pasar. En principio, se supone que viene del otro lado del Mar Angosto, de las tierras de Asshai, un lugar del que no se sabe nada, salvo que existe. Todos los sacerdotes rojos de las Cuidades Libres son esclavos al servicio del Dios y llevan tatuadas llamas en sus caras, como símbolo. Melisandre no parece tener tatuajes, pero si hace referencia en alguna ocasión a su pasado de esclava.
Melisandre supone que Azor Ahai es Stannis, aunque las pistas de los libros y el hecho de que tenga dragones, apuntan hacia Daenerys con la que no cuenta nadie porque es una mujer. La sacerdotisa no va desencaminada pero se equivoca de persona a la hora de ofrecer consejo. Ella misma sabe que lo que ve en las llamas es cierto, las visiones que le envía el Dios Rojo son reales pero que puede interpretarlo de manera errónea, como así parece ser.
Quiere despertar un dragón porque lo ha visto en las llamas. Despertar al dragón de piedra de Rocadragón. En principio, podría conseguirlo. Daenerys sacrificó su sangre, la de su hijo y la de Khal Drogo -además de a Mirri- sangre real, para que los huevos eclosionaran en la pira funeraria. El problema es que parece que Melisandre sabe lo que tiene que hacer pero no se atreve. Tiene durante un tiempo a Edric Tormenta, el bastardo de Robert, pero no llega a quemarlo. Tampoco usa al hijo de Mance Ryder en el tiempo que conviven en El Muro. Es de suponer que no quiere matar a un niño inocente aunque todo el mundo piensa lo contrario.
Por lo que se sabe en Danza de Dragones y el capítulo narrado desde su punto de vista Melisandre no es mala. Cree firmemente en lo que hace y en servir a su dios por un bien mayor, no por el suyo propio. Nos imaginamos que ha visto en el fuego el futuro que le depara a Jon y su apuñalamiento final. También parece que jugará un papel muy importante en este terreno: ¿Le salvará la vida? ¿Le resucitará como Thoros a Beric Dondarrion o a Cathelyn?
Su equivocación plantea otras cuestiones, está claro que tiene parte de razón y sabe más que muchos pero cuando se entere de su equívoco ¿qué va a hacer? ¿Abandonará a Stannis e irá con el verdadero Azor Ahai? ¿Creerá que Jon es el Azor Ahai y por eso que queda con él en Castillo Negro? ¿No se ha enterado de que ya existen tres dragones en el mundo? ¿Cuando lo sepa se marchará con Daenerys para empujarla hacia Poniente?